Cajas cebaderas

En situaciones en las que el cebado sea realizado en áreas expuestas a la presencia permanente de seres humanos o de otras especies no blanco, los cebos serán dispuestos en cajas cebaderas. Su uso apunta a una reducción del riesgo representado por los rodenticidas.

Existe en el mercado una amplia variedad de cajas cebaderas (en tamaños diferentes para ratas y ratones) con las siguientes ventajas:

  • Evitan el contacto de animales domésticos y personas con el rodenticida, minimizando el riesgo de intoxicaciones no deseadas
  • Preservan el producto, alargan su vida útil y permiten tenerlo controlado en todo momento.
  • Facilitan la inspección.

Las cajas cebaderas tienen como prioridad privilegiar la seguridad de la acción al minimizar la probabilidad de que las personas o animales no blanco tengan contacto accidental con los roedenticidas. Debe colocarse un aviso exterior que alerte sobre su contenido y ser cerrada con precintos inviolables.

Se recomienda colocar las cajas en los lugares donde se establecerán los puntos de cebado entre 3 y 5 días antes de comenzar el tratamiento. De este modo, se disminuirá sensiblemente la neofobia y los cebos, una vez colocados, serán inmediatamente aceptados.

Cuando el tratamiento haya alcanzado éxito en los sitios más críticos, las cajas sin rodenticida pueden ser dejadas después de que se haya suprimido una infestación. Los roedores inmigrantes tomarán las cajas como parte de su entorno habitual y no las evitarán, por lo que el cebado puede entonces comenzar tan pronto como aparezcan y el comienzo del consumo será instantáneo.

Dados los altos costos de estos dispositivos, suelen ser reemplazados por tubos de PVC de 15 cm de diámetro, cortados en tramos de 40.

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