La avispa esmeralda (Ampulex compressa), es conocida por su capacidad de zombificar la cucaracha americana (Periplaneta americana) con una picadura en el cerebro.

El veneno de la avispa contiene ampulexinas y dopamina, al ser inyectado directamente en el cerebro de la cucaracha, anula totalmente su voluntad, convirtiéndola en una dócil y amigable sirviente de la avispa.

Cuando el veneno hace efecto, la cucaracha será conducida por su antena a un agujero con un destino mortal, donde la avispa depositará un huevo sobre una parte blanda de la cucaracha y luego sella la salida con escombros.

En unos tres días, la larva eclosiona del huevo y empieza a succionar la hemolinfa de la cucaracha, una vez desarrollada las mandíbulas, entra al interior del cuerpo y comienza a devorar lentamente sus tejidos internos de modo selectivo para mantener viva a la cucaracha el mayor tiempo posible, en una tortura que puede durar 8 días.

Una vez culminada la etapa del desarrollo de la larva, emerge una avista de la que alguna vez fue una cucaracha llena de vida, y nuevamente se repite la historia con otras cucarachas.

 

Por Comunidad Biológica.

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