Las hormigas son conocidas por su ingeniosidad y su profundo sentido de la organización. Su forma de colaborar fascina a los científicos. Investigadores del Weizmann Institute of Science de Israel se interesaron por su manera de colaboración.
Los biólogos realizaron un estudio para saber si las hormigas podían cooperar entre sí para “extender los tipos de entorno en los que pueden recolectar alimento de manera eficaz”. Los resultados de su estudio, publicados en la revista científica eLife, revela que las hormigas recurrirían a un “cerebro colectivo” para salvar los obstáculos con los que pueden toparse. Dicho estudio demuestra las ventajas de la vida en grupo y de la cognición en determinadas especies.
Un experimento llevado a cabo en hormigas locas de Longhorn
El equipo de investigadores del Weizmann Institute, liderado por el profesor Ofer Feinerman estudió cómo las hormigas se organizan en grupo para transportar pesadas cargas a través de “entornos seminaturales”. Para ello, diseñaron un laberinto donde las hormigas debían desenvolverse.
A lo largo del recorrido que debían coger los insectos, distribuyeron pequeños cubos para reproducir los obstáculos con los que podían toparse en el camino. Este experimento se realizó con hormigas locas de Longhorn.
Un movimiento colectivo dirigido por líderes
Mediante el procesamiento de imágenes los científicos extrajeron las coordenadas de los cubos, de las hormigas y de la carga de alimento. Observaron que cuanto más complejo era el laberinto tanto más tardaban las hormigas en sortear los obstáculos.
Luego se comparó el rendimiento de estas hormigas con un modelo de movimiento bien establecido. Los investigadores señalaron que las hormigas habían superado este modelo informático y después de observarlas más de cerca concluyeron que estas hormigas habían podido conseguir este logro gracias a un movimiento colectivo guiado por hormigas líderes. Estas tienen como función transmitir las informaciones al resto del grupo, encargado de llevar la carga de alimento.
Estas hormigas líderes no transportan ninguna carga. Están distribuidas en una región circular y se posicionan en un radio exterior de la población portadora, de hasta 10 cm, guiando a las demás hormigas para ayudarlas a evitar los obstáculos.