Ratas y ratones poseen un sentido del olfato potencialmente capaz de diferenciar cientos de miles de olores y una tendencia generalizada a orinar sobre superficies de su entorno. En la orina de los roedores hay proteínas especificamente excretadas, que pueden ser percibidas por el agudisimo sentido del olfato de sus congéneres e interpretadas como mensajes de identidad, alerta o estrés.
Alli donde no llega el muy limitado sentido de la vista de los roedores lo suple con creces su sentido del olfato. Alex Wade, técnico, consultor y divulgador del mundo del control de plagas nos lo explica en el ultimo número de la revista Pest.
Algunos estudios concluyen que el sentido de la vista en una rata se calificaria con un limitado 20 sobre 600, por lo que dificilmente podria sobrevivir si tuviera que confiar unicamente en lo que ve. Esta deficiencia visual la suple un sofisticado sentido del olfato, que es lo que principalmente le permite orientarse, reconocer a sus congéneres y tomar decisiones, como hacia dónde ir o qué comer.
Por una parte, son capaces de crear "imágenes mentales", basadas en su capacidad para identificar potencialmente cientos de miles de olores específicos, que les permite, por ejemplo, distinguir la diferencia entre aromas naturales y sintéticos o saber de qué se ha alimentado un congénere sólo con oler su aliento.
Y por otra, ratas y ratones son capaces de detectar todo un rango de sustancias químicas, volátiles y no volátiles, péptidos y pequeñas proteínas. Esta capacidad se ha relacionado con el hábito que tienen los roedores de orinar de forma frecuente sobre superficies de su entorno. No orinan a libre albedrio, sino en espacios comunes a su grupo social y con el objetivo de señalizar algo.
Los olores en la orina
En la orina de ratas y ratones hay proteinas específicamente excretadas, cada una con una estructura única y una cantidad de feromonas asociadas. La funcionalidad de esta combinación de feromonas dentro de las proteínas es permitir que las feromonas, generalmente muy volátiles, permanezcan en el ambiente mucho más tiempo del que estarian libres en la atmósfera.
De este modo, los mensajes específicos transmitidos entre individuos mediante las señales químicas y las feromonas permanecen durante periodos más largos de tiempo. Esto es importante, entre otras cosas, para la supervivencia del grupo.
Por ejemplo, si un ratón ingiere algo que le sienta mal, a medida que crece su malestar empieza a excretar proteinas y feromonas, que transmiten su malestar al grupo. Al oler el aliento del ratón intoxicado, los demás miembros del grupo identifican que es lo que ha comido y evitan comerlo ellos mismos. Si el alimento en cuestión es un cebo rodenticida, rápidamente puede desarrollarse aversión a este producto entre los integrantes del grupo de roedores.
Fuente: https://www.pestmagazine.co.uk/